El siguiente es un extracto del manual Incidentes con Materiales Peligrosos, segunda edicion, de Chris Hawley.
Un producto químico que se polimeriza presenta un extremo peligro para los bomberos. La polimerización
es una reacción en cadena descontrolada que, una vez comenzada, no se puede detener. Si el material se
encuentra dentro de un contenedor, romperá ese recipiente en forma violenta y disparará los trozos a
distancias considerables. La mejor manera de describir el proceso de polimerización es asemejándolo a una cadena.
Comienza siendo un eslabón y, una vez que la reacción se inicia, se forman muchos otros eslabones que se unen con los demás. Cada eslabón genera alta temperatura y por cada 5º C que se generan, la velocidad de la reacción se duplica. Así, se duplican rápidamente hasta romper el contenedor.
La reacción puede provocar un incendio o una explosión, dado que muchos de los químicos que se polimerizan también son líquidos inflamables. Un envase de aislante de espuma en aerosol, que se utiliza para sellar espacios en las paredes alrededor de las puertas y las ventanas, es un buen ejemplo. Cuando la espuma entra en contacto con el aire, reacciona y se expande rápidamente para adquirir un volumen mucho mayor. Esta reacción es incontrolable y continuará expandiéndose durante cierto tiempo hasta que el proceso de polimerización haya finalizado.
Un pequeño envase que contenga unos pocos gramos de material no representa un gran riesgo, pero un vagón lleno con un producto químico que pueda polimerizarse presenta un riesgo extremo para la comunidad.
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