La terminología usada en la definición de atmosferas puede causar confusión y pueden sonar complicados, algunos incluso pueden significar lo mismo, complicando así más su comprensión. Toxicidad y Exposición llegan a un mismo punto de encuentro, significando principalmente el largo del lapso cual puede una persona desempeñarse de forma segura en un ambiente o atmosfera química o peligrosa. Existe un factor de seguridad que se debe incorporar a estos valores, ya que cada persona puede reaccionar de manera diferente de acuerdo a su edad, sensibilidad, y condiciones medicas pre-existentes. Todos estos términos y valores se basan en una persona que no se encuentra con el equipo de protección personal (E.P.P.) apropiado, es decir, no posee protección respiratoria ni a la piel adecuada.
Recuerde esta fórmula, PELIGRO A LA SALUD= EXPOSICION + TOXICIDAD.
Las “líneas de envenenamiento” son una herramienta excelente que ilustra la significancia de la relación entre exposiciones a la salud y otros peligros. Examinemos estas “líneas” para Cloro (gas venenoso). Note lo siguiente al analizar las “líneas de envenenamiento”:
- - A medida que las concentraciones se elevan sobre el TLV (Threshold Limit Value), algún daño ocurrirá.
- - A medida que la concentración se eleva, en algún momento se alcanzara el IDLH.
El objetivo primario de comprender esta tabla es para minimizar el potencial de exposición para el público y los respondedores. Mike Callan (autor de Street Smart Hazmat Response (2009)) define de manera simple tres atmosferas expuestas en la figura anterior:
Atmosfera segura: donde no existen efectos dañinos, lo que permite al personal manejar una emergencia rutinaria sin el E.P.P. especializado.
Atmosfera insegura: una vez que el material peligroso haya escapado de un container, se crea una condición o atmosfera insegura. Si un individuo se expone al material por un tiempo prolongado, efectos inmediatos o crónicos ocurrirán eventualmente.
Atmosfera peligrosa: ambientes donde lesiones serias de carácter irreversible o muerte podría ocurrir.
Comprendiendo un sistema de estas características permitirá a los respondedores el establecer de manera correcta zonas de control, seleccionar el E.P.P. adecuado, protección respiratoria, y evaluar opciones de protección pública adecuadas. Por supuesto, es imposible cuantificar una atmosfera sin antes determinar el tipo mediante el uso de instrumentos de monitoreo del aire.
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